Fallece Donna Godchaux-MacKay, vocalista de Grateful Dead
Donna Jean Godchaux-MacKay, la voz que resonó en Grateful Dead durante los años 70, falleció a los 78 años. Además de ser corista de leyendas como Elvis Presley y Percy Sledge, dejó una huella imborrable en la música.
Su deceso ocurrió el domingo, luego de una valiente lucha contra el cáncer. Según un comunicado, murió en el hospicio Alive de Nashville. En esas palabras se reflejan el cariño y el respeto que quienes la conocieron sentían por ella: “Era un alma dulce y de una belleza cálida, y todos los que la conocimos compartimos su dolor“. También se solicitó privacidad a la familia durante este momento tan complicado.
Una carrera repleta de éxitos
Donna fue parte de Grateful Dead desde 1971 hasta 1979, colaborando con su entonces esposo, el tecladista Keith Godchaux. Participó en discos memorables, como el álbum en vivo “Europe ’72” y “Shakedown Street” de 1978, que tenía toques disco. Su voz se destacó por las armonías que incorporó, especialmente en temas como “Sunrise” del álbum “Terrapin Station” de 1977. También cautivó en versiones en vivo de clásicos como “You Ain’t Woman Enough” de Loretta Lynn.
Más allá de su trabajo con la banda, su talento se hizo sentir en hits como “Suspicious Minds” de Elvis y “When a Man Loves a Woman” de Sledge. También dejó su marca en discos de artistas como Cher, Boz Scaggs y Bob Weir, cofundador de Grateful.
De Florence a la cima de la música
Nacida como Donna Jean Thatcher en Florence, Alabama, comenzó su carrera como cantante de sesión en Muscle Shoals. En 1970, se mudó a California y se casó con Keith. La muerte de su esposo, quien luchó con adicciones, la llevó a hacer una pausa en su carrera musical.
A lo largo de los años, publicó trabajos con Ghosts y la Heart of Gold Band en la década de 1980. Después, se casó con el bajista David MacKay y regresó a Florence, donde continuó su legado musical en Muscle Shoals. En los años siguientes, siguió creando con proyectos como Donna Jean Band y Donna Jean and the Tricksters, demostrando que su pasión por la música nunca se apagó.